Otra etapa de acercamiento, 500 kms. de nada y con tres visitas en el trayecto.
Estructurado un poquito el asunto… Primero temas generales. La moto bien, no se ha roto nada, el ABS no ha querido encenderse… Bueno, tiene kilos de proteína. No pienso lavarla hasta llegar a Madrid. Con la cantidad de elementos volantes con los que me cruzo, tendría que lavarla todos los días y no tengo tiempo ni ganas. Alguno que yo conozco me diría que cometo un pecado llevando la moto así. No comment.
El tiempo. Los que no montan en moto dirían que maravilloso. Yo estoy achicharrado de calor. Me he traído la chupa de invierno (SIN FORRO) en previsión de lluvias porque tiene Goretest y la llevo abierta para que entre aire.
La ruta. A las nueve estaba como un clavo para ver el pueblo de la matanza. Oradour. Oradour-sur-Glane. Casas rotas de los bombardeos, aunque obviamente han quitado los restos de la calle para ver las casas destruidas. Si alguno tiene interés, le recomiendo que lea sobre este sitio. Algo que no debería haber pasado. Lamentable, porque no fué sólo un bombardeo, digamos que los alemanes se pasaron louego por ahí rematando la faena. Olvidemos el hecho lo que se pueda, algo difícilo paseando por el pueblo. A pesar de esto, lo bueno es que, dada la hora, estaba yo solo y no salen turistas en las fotos.
Estas es una selección de las fotos del lugar.
De pasada y sin estar previsto me encuentro con Montmorillon con una bonita iglesia. Una parada para la foto de rigor y a seguir ruta.
La siguiente visita es Angles-sur-l’Anglin. Un cartel indica que es uno de los pueblos más bonitos de Francia… Es opinable. No está mal, pero le falta algo. Aún así, merece el paseo y la visita a dos ruedas.
Angles-sur-L’Anglin
Por último llego a Rouen, Ruan. Ciudad grandota que se merece más tiempo para visitarla. Pero no quiero llegar tarde al destino porque literalmente no tengo ni idea de donde está. De esta ciudad, que por su tamaño me ha costado llegar bastante hasta la Catedral. Bueno, la Catedral precisamente, no. He debido mirar y fijar mal el mapa porque he llegado a la Iglesia abacial de Saint-Ouen, aunque luego sí he llegado a la Catedral. Es grande, elegante y… aparentemente abandonada. Hay carteles que dicen que no te acerques, porque hay peligro de desprendimiento de piedras. No hay vallas ni andamios. No parece que la quieran arreglar, en cambio la ciudad está toda llena de obras por el metro. La prioridad es la que es.
Ruan. Iglesia abacial de Saint-Ouen
Es una gran iglesia abacial gótica francesa, famosa por su arquitectura y su enorme y antiguo órgano. Aunque no fuera la Catedral si que es impresionante a pesar del abandono aparente.
Catedral de Ruan
Pero claro, a pesar de la corta visita no podía dejar de buscar la Catedral, que estaba al lado. Ruan tiene muchas cosas interesantes, pero las visitas en estas etapas de moto, son cortas y dan para lo que dan, aparte del tema obras como ya he comentado.
Después de la mini-visita, me pongo en ruta hacia mi destino. Una odisea. Lo que tenía marcado en el navegador, era solo el lugar aproximado donde se encontraba esto, poco aproximado la verdad, porque las indicaciones en la web de reserva, dejan mucho que desear. He tenido que preguntar en dos sitios con la complejidad de sólo hablar en francés (yo ayudado por un traductor) hasta que una señora muy amable me ha sabido dar las indicaciones precisas y he conseguido llegar. No me lo creía mucho porque la mujer no estaba muy segura, pero sí, el sitio es el correcto. Está en el culo del mundo, pero el sitio es encantador, con ovejitas y vaquitas cerca, pero sólo para dormir, porque no hay nada cerca de civilización.
He preguntado para cenar y me han mandado a un pueblo cercano, según ellos. Yo sólo tenía ojos para la ducha y la botella de agua, así que le he dicho a la señora simplemente «no moto» y muy amablemente, como en mi primera noche, me ha traído luego algo para picar. Son realmente encantadores esta gente.
‘Alguna cosilla’ para cenar
Como la mayoría de alojamientos son rurales, no trasnocho, no salgo a pasear ni por la tarde ni de noche. Y me acuesto como los niños. Por no tener, no tengo ni tele. Bueno, aquí sí, pero como no entiendo nada… Estos sitios, para retirarse a pensar están estupendos.
Mañana la etapa tiene 200 kms. menos, pero hay muchas más visitas. El tiempo parece que sigue acompañando. Entre calor y lluvia, prefiero calor.