Mis viajes y…

Como siempre hablamos al principio de la habitación, mejor no comentar mucho, no televisión, no aire acondicionado, un ventilador y a chutar, un sitio perdido de todo el mundo. Tampoco es tan grave, al fin y al cabo es sólo para pasar la noche.

Hoy ha sido una etapa dura como todas las que suponen el acercamiento o el regreso. En ningún momento miré por donde iba la ruta que hoy tocaba y me he llevado una agradable sorpresa. El paso de Italia a Francia, ha sido por el Colle de la Maddalena, que forma parte de los Alpes y que ya pasé en una ruta anterior. Podemos decir entonces, que una buena parte de la ruta ha sido de las que a mí me gustan, montaña, grandes paisajes y está vez con buen asfalto.

No hay mucho más que hablar de visitas. Simplemente hoy no tocaban. Lo único que ha habido hoy ha sido carretera y más carretera, aunque, eso sí, pasando por sitios que me han gustado mucho y que ni siquiera sabía que pasaría por ahí.

Comienza la parte guapa de mi regreso

Seguimos avanzando

Parada técnica subiendo al Colle de la Maddalena

Esto es todavía suelo francés

La temperatura desde que he salido del alojamiento y hasta que he pasado los Alpes ha sido bastante baja. De hecho ha habido momentos en los que me he tenido que abrochar la chupa de arriba abajo. Con esto podemos decir que no ha sido el calor agobiante de otros días. Sin embargo, una vez pasados los Alpes, la temperatura ha subido ostensiblemente y el viaje se ha hecho ya bastante pesado.

No obstante, no han sido los Alpes lo único bueno de la ruta. Después de pasar el Colle de la Maddalena, he pasado por el Parque Natural del Verdon. Además, el itinerario me ha sido obligado, porque la ruta prevista era por otro sitio, pero había indicaciones de carretera cortada en algún punto kilométrico y no podía arriesgarme a que no hubiera gasolineras y desandar lo andado porque no me daba ya el depósito para investigaciones. Como decía, en este Parque Natural, había unos campos de Lavanda muy extensos y florecidos, con mucha gente parada en los arcenes haciendo fotos y paseando entre las plantas. Muy bonito todo. Lamento no haber parado y no poneros fotos.

Sólo pienso en llegar al alojamiento para ducharme, descansar y hacer una merienda cena, porque no he querido parar en ningún momento a comer de ganas que tenía de llegar.

El hotel es un ibis que está en las afueras. Dice que está al lado de un restaurante. Si. Junto a un McDonalds, si es que se le puede llamar restaurante, efectivamente así es. Ya no ponen a nadie en recepción, todo es automático y no veo ningún cartel de Wi-Fi por ningún lado. Deduzco que no hay Wi-Fi en este hotel, y eso que tampoco se puede decir que sea barato. Una habitación triple en la que no hay ni una silla, tan sólo un taburete. Espero que por lo menos el desayuno de mañana sea bastante mejor que lo que me he encontrado aquí.

Para seguir con las incidencias en este viaje, (aunque sólo haya sido una) debo añadir que se ha despegado la suela de la bota. Algo que resultará bastante incómodo, porque sólo está pegada la mitad. En fin, problema es, porque al no conocer nada de la zona, no puedo acercarme a comprar nada si no sé dónde.