Primera etapa de acercamiento al destino. Como todas estas etapas poco interés, mucho aburrimiento y sobre todo, dado estas fechas mucho calor.
La única licencia que nos hemos permitido saliendo de la autovía unos cuantos kilómetros, ha sido para bajar por Despeñaperros por la antigua nacional 4. Pocos kilómetros pero ha sido el tramo más agradable. También hemos aprovechado para comer en un restaurante de esta carretera, un menú del día que ha sido razonablemente decente.
Sobre las seis hemos llegado al hotel. Muy grande, cuatro estrellas… Pero el Wi-Fi no llega a la habitación, así que, aquí estoy, gastando datos para escribir la crónica. Menos mal que no hay mucho que escribir.
Tampoco ha faltado una pequeña incidencia, que veremos si mañana se resuelve con la moto en frío o continuamos con ella. Después de echar gasolina cerca ya de Granada, la moto de Juan se ha empeñado en no arrancar. Le da un aviso de aceite, sin embargo cuando hemos llegado al hotel ha puesto la moto vertical y en el ojo de buey que tiene para controlar el nivel de aceite aparentemente está correcto. Solo nos queda esperar hasta mañana y ver qué pasa.
La cena ya nos ha salido un poco más cara. Y encima uno de los platos la verdad es que estaba bastante mal hecho, pero bueno, que se le va a hacer. Otra vez será.
Por añadir otra incidencia, aunque no tiene nada que ver con las motos, diré que por arte de magia, no sabría explicarlo de otro modo, me han desaparecido las tarjetas de crédito del Google wallet. Problemas resuelto a costa de gastar más datos por el tema de la wifi del hotel. En la primera gasolinera pagué con tarjeta del móvil y ya en la segunda me habían desaparecido por completo, menos mal que con el reloj nuevo puedo pagar y de ahí no habían desaparecido. Cosas de la informática.
No está mal para la primera etapa. Lo importante es que la moto de Juan no de problemas