La verdad es que en mis viajes anteriores me planteaba algunas cosas que se ma habían pasado por la cabeza en función de cómo había ido el viaje. No hay muchas cosas nuevas a las reflexiones de los viajes anteriores, pero alguna cosa se me ha ocurrido.
La primera es que he vuelto a ir solo. Y… la verdad es que se me ha hecho menos duro que la primera vez. Sigues estando sólo, sigues sin poder compartir el momento, sin tener nadie con quien hablar… pero quizás por pasar más tiempo por España (solo he dormido una noche en Francia) cuyos horarios son los míos y el lenguaje también (lo digo por la tele), no se me ha hecho tan duro como el primer año en Francia. Allí, había que estar cenado a las 8:30 y… ¿luego? puedes pasear, pero eso ya lo haces cuando llegas a destino; puedes ir al hotel y ver la tele ¿en francés?; puedes meterte en la cama a las 10:30 después de hacer algo de tiempo, lo que tampoco viene mal dado que a las 7:00 suena el despertador para cada comienzo de etapa.
Otra cosita que tengo pendiente para el próximo viaje, para este lo decidí ya tarde, es utilizar una cámara de acción y grabar vídeo conduciendo sobre la moto. Sigo siendo más de fotografía, he tenido cámaras de vídeo y he hecho muchos vídeos, sobre todo cuando los niños eran pequeños. La imagen en movimiento es espectacular, pero sólo lo veo para personas, y si me apuráis, con niños. Para viajes, paisajes, monumentos, sigo prefiriendo la fotografía, pero alternar fotos y vídeos, dando prioridad a las fotos, por supuesto, me sigue gustando mucho más. No obstante, queda pendiente. En cualquier caso, tengo claro que no pondré nunca la cámara en lo alto del casco. Las tomas (aunque casi todo el mundo lo hace así) son horribles en mi humilde opinión.
Todo es mejorable, y este año he hecho un rutómetro bastante completo y con todo lo necesario (se admiten críticas por supuesto), pero además, he hecho un documento con todo lo necesario para compaginar las rutas en moto con las visitas a lugares tradicionalmente turísticos y veo que ese es el camino. Quizás el itinerario diseñado por lugares exóticos y con carreteras cimbreantes sea lo más importante para un motero, que yo, a pesar de todo, así me considero. Pero ya que diseñamos rutas para disfrutar de nuestras monturas, ¿porqué no disfrutar con los ojos pasando por bosques encantados y visitando pueblos milenarios? Me gusta conducir, pero también me gusta ver, observar, degustar… todo se puede hacer compatible si te lo propones. Las fotos de los sitios por los que he pasado creo que valen tanto la pena como las de los paisajes que he visto por esas maravillosas carreteras.
Por último, quiero volver a resaltar que aunque voy en moto, mi objetivo primordial es el turismo, disfrutar del paisaje y de las carreteras. Pasar a 200 por carreteras reviradas mirando el asfalto continuamente por si hay ‘algo’ y frenando fuertemente para entrar a las curvas no es divertido, al menos para mí. Cada vez me gusta más dejarme llevar por la carretera que intentar ‘domarla’. No hablo de ir ‘pisando huevos’ como se dice, sino de no correr a lo loco como si nos fuera la vida en ello o fuéramos a apagar un incendio. Tranquilidad señores. Se trata de disfrutar. Si quieres soltar adrenalina, vete a un circuito y ponte a 300.
Saludos.
Por si a alguien le interesa, este es un pequeño vídeo-resumen del viaje: