Salida desde Madrid sobre las 9:36. Demasiado pronto, pero pensando en descansar en alguna terracita, como así ha sido.
El viaje hasta Barcelona dentro de lo que cabe esperar. Consultando el termómetro me daba la moto unos hermosos 38,5°. Ideal para la práctica de montar en moto.
Llegó a Barcelona sobre las 5 de la tarde. He ido muy tranquilito. Busco una gasolinera antes de embarcar para tener la moto lista cuando llegue a Civitavecchia, que será entrada la noche. Luego de dar un paseo, por zonas cercanas al puerto, decido comer algo en la Sureña. No hay muchos sitios para escoger. Quiero decir que todos son muy turísticos y del mismo pelaje. Además, hay que cuidar el presupuesto. Después de comer, sobra todavía bastante tiempo pues el barco no sale hasta las 01:00. A pesar de ello, me acerco a la oficina de Grimaldi para ir informándome del tiempo anticipado que hay que observar para el embarque y gestionar el pasaje. Craso error. Un ‘amabilísimo’ policía municipal del puerto (modo irónico on), me ha dicho que hasta las 8 no podía hacer nada y que me fuera por donde había venido, debemos estar en una zona súper exclusiva y no dejan a nadie pululando por ahí. Vale. Me voy a un sitio donde dejar la moto, relajarme tomando algo y ya volvería más tarde
En esas estamos. A las 8 me presento en las Oficinas, sí, ya lo sé, sigue sobrando mucho tiempo, pero debo reconocer que ya estaba aburrido. A pesar de ello, el lío es monumental, que van con retraso, me dicen, que hasta las 21:30 no empiezan el check in. Bien, otra horita más a sumar y a aburrirme más. No entiendo muy bien porqué tanto lio, es una operatoria que llevan ya bastante tiempo realizando, ¿será que no ha llegado el barco?
Por fin nos dejan pasar a la zona de embarque y empiezan a organizar la cola, haré el número 48 más o menos. Esto no está mal dado lo grande que es el barco. Aquí hay que sumar otra horita y media hasta que nos dejan meter las motos. Increíble la cantidad de coches, camiones, caravanas… que entran en el barquito.
Por fin, todo llega, entramos las motos primero. Busco mi camarote entre los cientos de ellos. Lo encuentro. Me aseo, que me hace muuuuucha falta y me pongo a escribir esto. Sin cobertura, porque dentro de este armatoste no llega señal. Mañana fuera de aquí, supongo que funcionará.
Son las 1:08 y el camarote parece tener retortijones. Esto se mueve.