Antes de comentar la ruta del día, quiero hacer un comentario sobre el tiempo. Salvo en ciudades grandes y en sitios puntuales, el aire que estamos encontrando en las etapas, es fresco sin llegar a frío, lo cual se agradece bastante.
En referencia a la etapa de hoy, debo decir que no ha sido ni parecido a lo que estaba planeado. Nada más empezar, hemos pasado por un Parque Natural que arranca donde termina Setúbal. El paraje es bonito, pero hay alguna fábrica de cemento que estropea bastante la cosa. Hemos pasado sin parar y dedicándonos a ver el paisaje. Luego, con un tráfico infernal nos hemos dirigido al Santuario Nacional de Cristo Rey en Almada. Impresionante. Esto nos ha condicionado muchos el resto del día, además porque tampoco hemos salido muy pronto. Hay que decir no obstante, que es algo que no te debes perder. El Monumento es impresionante y las vistas… ustedes dirán.
Terminada nuestra visita, teníamos que pasar a Lisboa para proseguir con el itinerario planificado. El tráfico y el peaje del puente 25 de abril nos ha vuelto a penalizar el tiempo.
Siguiente parada Cascais. Tan solo vemos los palacetes de camino y no hacemos fotos. Tampoco unas casas de ricos pudientes me parecen merecedoras de ello. Ya saliendo de Cascais paramos en la «Boca del infierno«. Una apertura en una roca de una playa nada más pasar Cascais. Resulta bonito, pero aquí le dan mucho bombo con ese nombre para poner un chiringuito y sacar dinero a los turistas.
Acortamos por el interior para acercarnos luego al exterior. Vamos al Cabo da Roca. Algo parecido al Cabo de San Vicente en la punta oeste del Algarve.
Le toca el turno a Sintra. Aquí hay planificadas dos visitas a sendos castillos, el Palacio da Pena y el denominado Quinta da Regaleira.
El TomTom nos lleva por una carretera estrecha y y sinuosa que atraviesa un bosque espectacularmente abigarrado, ligeramente o más bacheado. Pensamos que iríamos solos, pero no. La utilizan hasta los autobuses. El camino como he dicho, espectacular, pero esta vez hay que descubrirse ante el TomTom porque ha sido preciso en sus indicaciones y nos ha llevado de manera perfecta.
Al fin llegamos al Palacio da Pena. Allí después de a una cierta penuria para aparcar por la cantidad de gente, nos acercamos a sacar la entrada. 14€ es lo que vale. A mí mi religión no me permite pagar ese dineral. Respeto a quien opine lo contrario, pero en mi opinión, creo que es un precio demasiado alto teniendo en cuenta la cantidad de gente que pasa por allí. Como mi compañero ya lo ha visto, lo dejo en la lista de cosas por ver para cuando mi religión de un vuelco. No obstante, por las fotos que he visto por ahí estos palacios de Sintra son importantes de ver y muy recomendables. Espero que no os dejéis influenciar por mis creencias y los visitéis cuando vengáis.
Hay fotos muy bonitas por Internet de estos palacios. Os aconsejo que las busquéis. Aquí, como no entramos, no hay fotos. Ni siquiera por fuera… Qué se le va a hacer.
Con todo el lío de tráfico y tiempos que hemos perdido buscando aparcamiento para luego no entrar, podéis imaginar que nos toca satisfacer las exigencias más que peticiones de nuestros vacíos estómagos, de modo que nos dirigimos a Sintra y paramos en una zona de restaurantes donde nos ponemos como el tenazas con un osobuco de vaca de 40 años. No se cuanto viven las vacas, pero a razón del tamaño de la pieza y de su consistencia, calculo que por ahí le andaría ?
Nos quedan pendientes unas cuantas cosas, pero no las voy a detallar porque sería como un autocastigo. La hora y la distancia a nuestro destino nos llevan a la realidad y nos dicen que tenemos que salir ya mismo para Coimbra si no queremos llegar a las 11 y pico de la noche. Sólo hemos tenido dos paradas, una en Peniche, en la costa porque nos pillaba de camino y parecía interesante. No lo ha sido tanto y para compensar, nos hemos acercado a un sitio, buscando un refrigerio guay (zumo de fresas) pero al que no le hemos visto el guay por ningún sitio. Luego hemos parado en una gasolinera que también nos pillaba de camino (obvio) y después de unas cuantas vueltas gracias a los navegadores, hemos conseguido llegar a Coimbra a las 20:48 hora local.
El tiempo no da para mas y después de asearnos (falta nos hacía), salimos a cenar. Estamos en Portugal, pero pasando delante de una terraza italiana, nos ha parecido una buena idea tomar una pizza.
Coimbra tiene fama por su Universidad y sus monumentos. Lo que hemos visto al salir a cenar parece confirmar que así es.
Dada la hora, y que esto que hemos visto saliendo a cenar nos ha incitado a ver el resto, hemos pensado que como la salida del hotel no es obligatoria hasta las 12, haríamos una visita por la mañana antes de salir a nuestro siguiente destino.
Después de nuestra Pizza, volvemos al hotel, por cierto, como todos los Ibis, mobiliario funcional, moderno, bien acondicionado, muy amables, limpio, garage (gratis para las motos, un detalle), vamos que muy bien. Como decía, volvemos al hotel y hablamos de la ruta de mañana. Quedamos en lo que hacer y nos vamos a la cama. Yo a escribir esto y Roberto a ver qué hacemos en Coimbra mañana, bueno, en un rato.