Después del maravilloso hotel que tuve ayer y tras ajustar el horario español al portugués, resulta que estaba en la cama alrededor de las 10 de la noche. Esto al menos me ha permitido descansar y salir prontito por la mañana. El problema es que esa maravilla de hotel no tenía desayuno y me lo he fumado prácticamente hasta la hora de comer. Eso unido a que tampoco cené, os podéis imaginar. El régimen me lo agradecerá. Pero no veáis como he devorado la comida.
Antes de entrar al detalle de la ruta hablar un poquito del tiempo. Por la mañana los sitios por los que paso tienen las mañanas frescas con lo que se agradece montar en la moto. Luego yendo hacia el centro de Portugal y en las ciudades y por esa zona ya se notaba ya mucho calor.
Hablando del viaje seguimos un poco en las mismas, las ciudades súper incómodas, empedradas que no hay quien ande por ellas sin que se te salga un tornillo de la moto y olvidadas del TomTom que no reconoce los sentidos de las calles según me las voy encontrando. A todo esto hay que añadirle la consabida señal de permitido solo para residentes y en las ciudades grandes además, que no está permitido aparcar sin pagar. Y no nos olvidemos del tráfico, que tampoco está mal. El resultado es obvio, pocas paradas y visita a la ciudad montado en la moto. No traigo recuerdos fotográficos pero si puedo decir al menos que las he visto. En mi memoria quedan, aunque, eso sí, no durarán mucho.
Cuando no pasa algo por los demás, pasa por mí. Un error tonto toqueteando el mapa de hoy y me he saltado Sines. En fin…
Así pues, la primera parada ha sido en las lagunas de San Andrés. Un espacio natural reservado cerca de la playa. Bonito pero tampoco para tirar cohetes.
Luego me he dirigido hacia el puerto palafitico de Carrasqueira. Una especie de Puerto hecho con palos donde los pescadores atracan sus barcos. Muy rústico y ahora en estos tiempos, digamos que original. No he podido entrar porque no lo tenía bien puesto en el navegador. Y van dos.
Habiéndome pasado Sines, no es que se haya ha cortado la ruta en kilómetros pero si en tiempo porque no habido paradas. La diferencia en paisajes con otro tipo de rutas hace que los tiempos sean aquí más cortos porque al no haber prácticamente espacios naturales impactantes cómo pueden ser valles y montañas por ejemplo, vas pasando por la carretera sin parar y todo se hace más rápido. Así pues, más pronto que tarde llego a Évora. Antes de seguir comentar en el tema de los paisajes que aunque no son espectaculares como los Dolomitas, ya sé que no es comparable, decir que han sido pasos por bosques de pinos muy agradables. Lástima que las carreteras por aquí están arrugadas cómo pasas. Si no, el trayecto hubiera sido mejor todavía.
Bueno, en Évora ha pasado lo que comentaba antes, mucho trafico, calles empedradas, ¿he dicho ya que esto es incomodísimo? mucho tráfico y los sitios de aparcamiento con pago en máquinas. Y no me he quedado no por no pagar, sino porque ni siquiera había hueco dónde dejar la moto, calles estrechas y casi sin aceras, ocupadas por coches aparcados que pagan, eso sí. Huyendo del centro he llegado al Convento de los Remedios. No es lo más interesante desde luego, pero dejar la moto siquiera en el centro me ha sido imposible.
Salgo de Évora y me dirijo al Dolmen des Almendes. Es un conjunto megalítico formado por un dolmen y a una cierta distancia un Cromlech. Para llegar allí he tenido que ir por un camino de tierra, yo creo que algún tornillo ha perdido la moto. Es esta una zona con numerosos monumentos megalíticos.
Bueno, el caso es que a pesar del camino de tierra he podido continuar hasta mi destino final en Setúbal, por lo que muy mal no debe estar la moto. El Dolmen es una piedra vertical y no tiene mayor misterio salvo su antigüedad. El cromlech es un conjunto de piedras organizadas y es mucho más interesante de ver. Tendréis que acudir a Google para saber más sobre los cromlechs, lamento no informaros ni haberme informado yo antes. Alguna idea tengo pero no quiero escribir algo que luego no sea correcto. El caso es que sí me ha parecido interesante.
Después de esta visita pre-histórica, llego a mi destino, Setúbal. El hotel está bastante bien, habitación pequeña pero todo de una calidad más que media.
En espera de mi compañero Roberto que se incorpora hoy a esta ruta por Portugal, me dedico a ver las cosas que hay en el barrio del hotel, es este un barrio ‘pintoresco’ y donde me parece a mí que hay cosas interesantes.
Una vez que mi compañero llega al hotel, salimos a cenar a uno de los múltiples restaurantes que hay por la zona. Un sitio no muy barato pero con muy buena calidad. Luego, reunión para planificar la ruta del día siguiente.