A partir de ahora, salvo que sea bueno, paso de comentar los desayunos. Vamos a ser generosos y decir calidad media.
Del hotel, ya hemos comentado, lo que sí hay que comentar hoy es el panorama que tenemos al salir a recoger las motos.
Vistas desde el Hotel
Dan ganas de quedarse en una tumbona (a la sombre) y no moverse de aquí, pero el deber nos llama y tenemos que seguir con la aventura.
Hoy hemos vuelto a tener problemas con la moto de Alberto. Ha arrancado perfectamente por la mañana, pero en una parada técnica, se ha empeñado en no arrancar. Tanto es así que yo he seguido haciendo la ruta y el se ha quedado esperando al mecánico que le han enviado los de Axa. Al final se lo han arreglado y nos hemos juntado en el hotel. Ha sido una etapa individual, pero con final feliz sin más incidencias. Un martillazo bien dado en el motor de arranque -que estaba bloqueado- ha obrado la maravilla de hacer que funcione.
Trasteando a ver si por aquí veo algo…
La ruta por lo menos yo la he hecho completa y los Dolomitas no defraudan. Los paisajes por los que he pasado son impresionantes. A mi gusto, mas que la zona del Stelvio. Seguimos con tornantis a tutiplen y yo ya tengo molestias en la mano izquierda de tanto cambiar de marcha y de apoyar en las bajadas de los puertos, pero nada importante.
Camino del Paso Sella
¿Más paisaje?
Passo Sella
La arquitectura del paisaje, no está mal, y la humana tampoco le va a la zaga.
Bonito Hotel
El camino ha sido bueno y he tenido que estrenar el chubasquero, porque saliendo de Italia, me ha caído una que pa que. Más adelante he parado en un sitio bastante agradable a comer y ya había dejado de llover, aunque luego han caido cuatro gotas más.
Debo decir que la ruta de hoy ha sido muy espectacular (otra vez) y que nadie debería perderse esto venga en moto, coche o lo que sea.
Llego al hotel antes que Alberto. No lo había comentado hasta ahora, pero no compartimos habitación. En este, nos dan dos habitaciones que tienen una zona común exclusiva para nosotros como de dos salones adicionales y cocina. Espectacular para los 35€ que nos cobran por la habitación.
Hotel donde nos alojamos
Aquí no hay cena porque no tienen cocina, ya que las habitaciones son en realidad apartamentos completamente equipados, sólo dan desayunos. No nos queda más remedio que acercarnos andando a un puesto de carretera donde lo único que podemos tomar son las inevitables salchichas y la cerveza (para Alberto) yo Coca Zero. No hay más en los alrededores. Sin saberlo, no me queda más remedio que repetir salchicha (de otro estilo) y como no hay pueblo ni ambiente, nos vamos relativamente pronto a la cama.
A las doce de la noche, veo como se ilumina todo el dormitorio. Las cortinas son translúcidas, pero a pesar de que ¡son las doce de la noche!, una tormenta eléctrica con relámpagos bastante fuertes y frecuentes obran el milagro. Más tarde vienen los truenos a los que sigue la lluvia. Me duermo pensando como arrancaremos mañana. Por lo menos las motos están bajo techo.
Ya veo que al final has podido escribir tu cronica. Menos mal que se arregló la moto de Alberto. No nos vendría mal por aquí un poco de agua, el calor es horrible
Espero que ya hayan pasado todas las calamidades que os tocaban en el viaje. A partir de ahora a disfrutar.
Muchos besos