Mis viajes y…

No habíamos visto la tele para ver el tiempo que iba a hacer, pero después de la noche anterior y nada más a salir a la calle ya vimos que el día iba a ser mojadito, aunque en el momento de partir, no caían ni cuatro gotas. Aperos de agua y para adelante.

Si ya ayer me quedé asombrado con los Dolomitas y pensaba que no podría asombrarme más, estaba equivocado. El paseo por el Grossglockner ha sido por lo menos igual de impresionante que lo que habíamos visto ya antes. Un peaje de 25 euros que ha merecido la pena. El agua nos ha respetado cuando hemos llegado al mirador más importante y aunque las fotos no tienen el colorido del sol que nos había acompañado hasta ahora, dan una vaga idea de lo espectacular del espectáculo que ofrece este mirador. Obviamente todo el camino hacia ese sitio ha sido igual de espectacular.

Camino del Grossglockner

Parada fotográfica

Ponte guapa

Hoy toca sesión fotográfica

Mirador del Grossglockner

Mirador del Grossglockner

Una vez pasado el Grossglockner hemos cambiado la ruta inicial. Los que tengan la hoja Excel, deberán cambiar este itinerario (veré de arreglarlo en algún momento). En lugar de volver por Suiza hacia Inssbruck, hemos bajado hacia Italia pasando por el Passo Staller que hace frontera con Italia y donde la bajada es una carretera de un solo sentido regulada por semáforo que permanece cerrado una hora que es el tiempo que se tarda en subir/bajar, afortunadamente el semáforo estaba verde cuando hemos llegado, por lo que el camino ha sido todo seguido y no hemos tenido que esperar esa horita. Este descenso entre bosques llega al ‘Lago di Anterselva‘, donde había unos cuantos moteros y coches esperando el semáforo para subir. La verdad es que este cambio de itinerario ‘a ciegas’ ha salido mejor de lo que pudiera pensarse, pues la parte de Suiza ha sido muy bonita y la bajada al lago espectacular, aunque con pocas vistas por ir entre bosque alto.

Lago di Anterselva

El resto ha ido discurriendo entre llovizna y seco, aunque no ha sido excesivamente incómodo. Eso sí, las motos están verdaderamente lamentables por el barrillo de la calzada.

No habían terminado los puertos, para llegar al hotel hemos tenido que pasar otros dos con las tornantis de turno. Los paisajes… seguimos con las mismas. Creo que ya no me quedan adjetivos para describirlos.

Hacia el Passo Rombo

Hacia el Passo Rombo

Hay muchas más fotos, pero hay que parar en algún momento. Estos sitios son para disparar la cámara ‘a ciegas’. Apuntes donde apuntes siempre te queda una foto espectacular. Bueno, salvo en el Passo Rombo que nos pilló con niebla.

Passo Rombo

En cuanto a las comidas, el desayuno, más o menos aceptable, la comida digamos que lamentable porque al ir de camino, no encontrábamos árbol donde ahorcarnos. Resultado un bocata de salami en un sitio del que cabía esperarse algo más. Para la cena hemos tenido más suerte al alojarnos en un pueblo. Nos hemos acercado al único restaurante que hemos encontrado abierto (no había mucho más), la impresión ha sido mucho mejor por dentro que por fuera. Hemos pedido la carta y nos hemos decantado por una ensalada de mozarela de búfala como entrante y yo por una lasaña de atún que resultaba ser de tamaño familiar, con mucho queso. Vamos que nos hemos pasado ligeramente. Yo no he podido terminarla.

Para el que tenga interés por la ruta debe saber que hemos tenido que pagar unos cuantos peajes inevitables y más que aconsejables sobre todo el del Grossglockner, que si estás por aquí tienes que verlo sí o sí.

El pueblo donde nos hemos alojado, Solden, en Austria es la mar de bonito, no tanto por los edificios (que también), como  por el río que lo atraviesa, con un caudal y ruido impresionante.

Río de Solden

Solden

Solden

Mañana es una etapa de regreso hacia Suiza, pero que no quita que también pasemos por otros cuántos puertos al cual más interesante.