Mis viajes y…

Hoy ha sido un día relativamente light. Por supuesto que hemos visto algunos passos, pero no tantos como otros días. Tampoco ha llovido y en cuanto a la temperatura, hemos salido fresquitos de Austria y hemos entrado en Suiza con bastante calor. La chupa de agua me ha servido para cortar el aire y no tener un frio excesivo, realmente, temperatura perfecta. Tampoco han sido excesivos kilómetros, y aunque Alberto quería sacar la viñeta para ir por las autopistas suizas, se lo he quitado de la cabeza. La prueba de que no era para tanto, es que hemos llegado al hotel a las 16:30, y eso que hemos salido más tarde del anterior alojamiento porque el desayuno empezaba a las 8. Debo reconocer que el paso por alguna ciudad suiza ha sido algo duro, por lento y por el calor, pero hemos salido airosos.

Bueno, en cuanto a los passos, mas Alpes, no tan espectaculares, pero bonitos. Luego, mucha carretera ondulada que gracias a su buen firme, ha sido muy agradable de conducir.

Por la mañana hemos parado mas o menos cerca del primer passo a tomar un café macciato que estaba bueno y que nuestro cuerpo y nuestro trasero han agradecido. Luego hemos continuado la marcha. Alberto a su bola y yo a la mía. En un cruce me estaba esperando y al verme llegar y montarse en la moto, la pata de cabra (que yo creo que no esta bien) no ha sujetado la moto y se le a caído. Alguna raspadura y alguna rotura sin importancia que no le ha impedido continuar la marcha.

En busca del Café macciato

Camino de Suiza

Menos mal que Suiza no es grande y la pasaremos pronto, pero… Todos sabemos que Suiza es muy caro pero no nos damos cuenta hasta que nos toca en nuestras propias carnes. Hoy hemos comido un plato de embutidos variados y una ensalada de mozzarella para compartir, acompañado de dos cervezas y una coca cola zero. Nos han soplado la friolera de 57 euros y pico, ya dirán ustedes si eso no es ligeramente caro. Por la noche hemos cenado en el hotel porque no hemos visto nada interesante alrededor, Alberto ha tomado algo que no sé decir qué es y yo unos raviolis digamos que aceptables, eso sí la cantidad no tiene nada que ver con la lasaña ayer, a esto, añadimos una cerveza y una botella mineral de agua y nos da la bonita cifra de 43 euros, que tampoco está nada mal pero comparativamente bastante mejor que la comida.

Llegar pronto nos da para visitar el pueblo y para que Alberto haga una nueva ‘revisión’ a su moto.

Hotel en Sedrun

Vista del pueblo

Casa tipo de la zona de granjas, con sus aperos… ¡y la ‘parabólica’!

Bueno aunque mañana ya vamos al barco no creáis que hemos dejado el tema de puertos, nos quedan algunos puertos de Suiza, pero eso como siempre en la crónica de mañana.